Presentación en el Congreso

La Cámara de Diputados de la Nación propuso declarar de interés público a Alerta Rojo. Así lo presentamos en la comisión de deportes.

Muchas gracias por la invitación, somos hermanos, periodistas y en febrero de 2017 empezamos con esta investigación que concluyó en el libro, que publicamos en noviembre de 2018.

Alerta Rojo puede decirse que es un libro sobre las Inferiores del fútbol o también una investigación sobre el sueño de miles de chicos de todo el país expresadas detrás de una pelota.

En Alerta Rojo contamos lo que sucedió en Independiente, el club que vendió al juvenil más caro en la historia del fútbol argentino. A pesar de lo que uno podría imaginarse, que desde 2006 todo fue mucho más fácil, los relatos que fuimos recolectando indican lo contrario.

Entrevistamos a decenas de chicos que relataron lo que sucedía en la pensión: pasaron hambre y frío, durmieron en colchones finitos hasta lesionarse la espalda, durmieron en el piso porque vivían 80 cuando la capacidad era para 65. Sufrieron robos de sus compañeros, robos de los vecinos y hasta escucharon un tiroteo en el mismo predio. La indignidad humana estuvo en ese lugar. Fue en Independiente hace un años y todavía es en otros clubes.

Durante todo este tiempo, la mayoría de los dirigentes sólo pensó en hacer plata, los hinchas sólo pensaron en que su equipo gane y el resto de la sociedad le dio la espalda. Recién cuando salió a la luz la causa de los abusos, muchos se enteraron de lo que sucedía. La AFA intentó hacer un protocolo, la Superliga empezó a recorrer las pensiones y la Subsecretaría de la Nuñez de la Provincia elabora un proyecto. Pasó más de un año y ninguno de los 3 proyectos derivó en alguna medida. Al día de hoy, no hay controles, regulaciones ni sanciones para los clubes que someten a los chicos a estas condiciones.  

No se trata sólo de las pensiones sino también de lo que el sistema exige para llegar a Primera: en muchos casos, dejar a su familia, sacrificarse, elegir su vocación a los 13, 14 o 15 años. Toda una vida que los prepara para el fútbol, pero en el que sólo llega uno de cada cien. Y con el resto, el sistema no propone alternativas.

Podemos contar la historia de Sebastián, que jugaba en Independiente en la categoría 90. Vivía en Villa Domínico y desde Infantiles estaba en Independiente. Era un enganche zurdo, que había pegado el estirón y le sacaba un cuerpo al resto de sus compañeros. Hacía la diferencia desde lo físico. El entorno familiar no era la mejor compañía y su abuelo luchaba para que no cayera en las diferentes pruebas que le planteaba la vida.

A los 14 años tuvo un hijo. Su rendimiento futbolístico cayó. A los 16, quedó libre de Independiente. Tuvo otro hijo. Tiempo después, le robaba a sus excompañeros a la salida del entrenamiento. Estuvo detenido una y mil veces hasta que una vez entró en la comisaría 1° de Avellaneda, sobre la calle Lavalle y nunca más salió. Tenía 17 años.  

Le clavaron una faca en la yugular en un episodio confuso que nunca se esclareció. Nadie pidió justicia. La historia la reconstruimos para el libro gracias al testimonio de excompañeros y entrenadores. El mundo del fútbol jamás escuchó hablar de él.

En diciembre, los clubes dejan libres entre 20 y 70 juveniles. Los que tienen más suerte, buscan otro destino para seguir jugando al fútbol. Los que no, deben rearmar su vida. Y si los clubes no les dieron herramientas suficientes durante el período que lo tuvieron, su futuro es incierto. Por no decir, desolador.

Llevábamos un año de investigación cuando salió en los medios la causa de los abusos. No fue una sorpresa. Habíamos escuchado historias similares de diferentes protagonistas, épocas y clubes. Si no se conocen más es porque pocos se animan a hablar. Los abusos existieron y los pedófilos contactando a juveniles de los clubes a través de las redes sociales siguen pasando hasta el día de hoy, como nos contaron la semana pasada. Porque saben del desarraigo, de la soledad, de la vulnerabilidad.

De los 6 imputados que tuvieron prisión preventiva, tres quedaron en libertad. La Sala I de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora dijo que hubo consentimiento. Eran chicos de 16 y 17 años que necesitaban plata para comprarse botines. Así y todo hablaron de consentimiento. En los próximos meses, la Cámara de Casación tendrá la posibilidad de rectificar el fallo o de ser cómplice de los pedófilos.

En Independiente, por el aporte individual de algunas personas, el acompañamiento y las condiciones de vida de los juveniles cambiaron considerablemente. En Boca, River, Racing, Estudiantes, Lanús también. Pero lo hacen a pulmón y por decisión propia. No hay requisitos, no hay reglamentos, no hay controles. No se puede depender solo de la buena voluntad de las personas. ¿Qué está pasando con los pibes de clubes que tienen menos recursos?

El objetivo debería ser achicar la brecha entre los que llegan a Primera y se salvan la vida con los que quedan en el camino y a la deriva.

Así como la problemática es común a todos los clubes, la solución también: cuanto mayor involucramiento alrededor de los pibes, mejores condiciones de vida.

El fútbol también le cumplió el sueño a muchos chicos. El deporte sigue siendo una herramienta de transformación aunque, a veces, los que quedan en el camino lo ven como un corredor de la muerte.

Es un honor estar acá y la posibilidad de que el libro sea declarado de interés público nos llena de orgullo. Pero así como tanta alegría nos genera, también estamos acá con la misma ilusión que nos motivó al escribirlo: visibilizar estas historias ajenas para la mayoría y que las diferentes partes involucradas puedan modificar esta realidad.

Al día de hoy buscamos respuesta para la misma pregunta que nos motivó a escribir Alerta Rojo y que está es el subtítulo de la tapa: ¿a quién le importan las Inferiores?